La colaboración del Perú en la causa de las islas Malvinas
De Roberto Navarro

En 1982, al sur de la República de Argentina, se presenció la denominada guerra de las Malvinas. Este conflicto bélico dio paso a uno de los acontecimientos diplomáticos más interesantes en lo que respecta al protagonismo del Perú en la historia en el Derecho Internacional y las Relaciones Internacionales. Este 02 de abril de 2025 se conmemoran 43 años desde que Argentina tomó posesión de las islas de las Malvinas frente a la invasión británica por la cual estas, hasta el día de hoy, se encuentran inmersas. Es en este contexto donde se evidencia un accionar diferenciado por parte de Perú, encabezado por el presidente Belaúnde Terry, que contribuye, aunque no en gran medida, como un mediador dentro de la circunstancia.
Ahora bien, de acuerdo con un especialista en Seguridad, Defensa e Inteligencia en reporte hacia Infobae (2018), se expresa que hubo un estrecho vínculo entre el Perú y los Estados Unidos debido a la asunción de Javier Pérez de Cuellar en la Secretaría General de las Naciones Unidas. Este hito marcó una aproximación por parte de Belaúnde Terry hacia la custodia del patrimonio e intereses dentro del gran margen iberoamericano. Este mismo es sumado al hecho de que un gran número de soldados peruanos se habían formado militarmente en centros argentinos donde se llegó a concretizar una red de contactos permanentes dentro del conflicto per se.
Ante dicha noción, se debe sustentar que el Perú se consideró en todo momento se ofreció como un mediador entre las dos partes en virtud del principio de solución pacífica de controversias. Bajo este rol, propuso un plan de paz para evitar una mayor escalada dentro del conflicto. Sin embargo, esta iniciativa no tuvo mayor éxito y la guerra terminó con una victoria, quizás pírrica, por parte de los ingleses. No obstante, es importante considerar que el papel que jugó el Perú proporcionó una estrecha solidaridad tanto en virtud histórica como cultural con una postura de rechazo absoluto al colonialismo en la región. Aunque existan autores que tienden a considerar un “interés estratégico” por parte del Perú a fin de incentivar y resguardar las alianzas comerciales.
De acuerdo con el análisis de Velásquez (2011, p. 46), aunque la humanidad tiene prioridades comunes y se esfuerza por evitar las tensiones que ponen en peligro la discriminación y el civismo regional, había un “bipolarismo político-militar”. Este ideal fue ejemplificado por la noción de un “mundo libre”. Sin embargo, esta situación llevó a lo que se considera un sacrificio inevitable: un “boicot cerealero” centralizado. Pese a la desacreditación en Latinoamérica, el boicot favoreció la política exterior estadounidense ante las defensas inglesas (93) Eso da a entender que más que concitar a solidaridad con Argentina en el conflicto, hubo una aproximación a los intereses políticos de ambos bloques, actuando Perú como mediador. En una palabra, durante el gobierno de Belaúnde Terry, Perú incurrió en compromisos internacionales en relación a los tratados en vigor, pero el intento de concentrar una solidaridad no favorable al conflicto no tuvo éxito.
Hasta la fecha, White (2012) en “The Guardian” informa una amplia doctrina del derecho internacional sobre reclamos de tierras consideradas deshabitadas. Esto abarca la idea de Terra Nullius o territorios vacantes, corroborando los esfuerzos de la ONU para formular las pautas de propiedad global para estas áreas. Canadá y Estados Unidos acordaron acceder libremente a los puertos fundamentales de las islas, citando la productividad e infracción de la tierra en sus derechos de propiedad. Desde este punto de vista, es dudoso que la mediación peruana no proporcionara incentivos para administrar la propiedad de estas islas a nivel mundial y que hay vacíos legales que fomentan las violaciones de la ley. Por lo tanto, estas repercusiones afectan a los estados militarmente débiles enredados en las hostilidades, y los acuerdos diplomáticos establecidos sin una base sólida de persistencia.
En síntesis, la actuación de Perú durante la Guerra de las Malvinas sobresalió por un papel doble: mediador y a la vez, aliado incondicional de Argentina. Esto se debió tanto a conexiones históricas como a una aversión al colonialismo, si bien matizado por cálculos estratégicos factibles. No obstante, sus gestiones diplomáticas, el choque bélico hizo patente lo intrincado de las relaciones exteriores y las disputas territoriales aún vigentes con efectos perdurables para la zona. La posición adoptada por Perú, al final, puso de manifiesto su adhesión a la paz y la hermandad latinoamericana en un instante decisivo de la época actual.
Referencias:
Infobae. (2018, 31 marzo). La ayuda secreta de Perú durante la guerra de Malvinas. Infobae. https://www.infobae.com/def/defensa-y-seguridad/2018/03/31/la-ayuda-secreta-de-peru-durante-la-guerra-de-malvinas/
Velásquez, F. (2011). La Participación peruana en la Guerra de las Malvinas: ¿Solidaridad o interés estratégico? http://hdl.handle.net/20.500.12404/617
White, M. (2017, 1 diciembre). Who first owned the Falkland Islands? The Guardian. https://www.theguardian.com/uk/blog/2012/feb/02/who-first-owned-falkland-islands